2/10/11

Poema de Francisco José Malvárez



AÑORANZAS

.. con que tristeza ven caer la tarde, los caballos
verla diluir en el asfalto
sentirán la añoranza ancestral
............... -aquel retozar en las praderas –
tristeza de los últimos días de otoño

.. será como la mía al ver la tarde mansa, declinando
tristeza con dolor antiguo
opaco dolor al borde de la resignación

.. tristeza que me inunda al deambular
por esta ciudad llena de seres extraños
de calles asfaltadas, de urgencias irresistibles

y la de dos caballos quietos
que parados en una esquina
ven caer la tarde como yo

©
Francisco José Malvárez

7 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Bien amigo! Bien, no hizo falta la palabra que sabemos, esa sensación de ver caer la tarde, la fui creando a través de tus palabras, de la imaginación, de la piel. Qué lindo Fran, hermoso.

Lily Chavez

2 de octubre de 2011, 12:31  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¡Una hearmosa pintura con palabras, Francisco! Y esa tristeza crepuscular que lo invade todo.
Aplausos, bises y besos
María Rosa León

3 de octubre de 2011, 13:28  
Anonymous betty badaui ha dicho...

Bueno, ésto me conmovió, hombre y caballo, compañeros de búsquedas y caminos esenciales,
Un gran abrazo
Betty

4 de octubre de 2011, 20:20  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Vamos compañero querido, que los alados caballos de la poesía nos transporten por los caminos de los sueños, la esperanza, el amor, nuestros errores !!! Bendición, Alfredo Lemon

13 de octubre de 2011, 12:22  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Tristeza crepuscular invaden tus letras y esos caballos dan una mítica esencia.
Abrazos
Maria Cristina Fervier

14 de octubre de 2011, 22:52  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me encantó tu compartir la melancolía con los amigos caballos, aporta magia a la experiencia vital y al poema, abrazos, María Chapp

16 de octubre de 2011, 17:46  
Blogger El árbol José Enrique Ramírez ha dicho...

Hay un galope de saudades en el alma, galopan como caballos sin brida, los convocas, los amansas, aquietas la furia de las cosas, podemos ahora montar la memoria en paz. Bello poema Francisco.

31 de octubre de 2011, 13:55  

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