13/10/11

Poema de Amalia Mercedes Abaria


SOLO, SUS HUESOS

Sin sucesos, ahora, y nada
tiende su superficie desplazada
hacia abajo, irregular apoyo
de sus manos, piernas, todo
lo que antes fue
ahora, tristemente apoyado.

Y con esa expresión inexistente
de amapola triste,
de visaje ausente
siente que el cielo es para él.
Es su descanso.
Casi en la tierra, a la deriva,
las viejas clavículas duermen
porosamente frías.
Todo el andamiaje del antiguo pecho
en latitud horizontal
plana, desolada.

Cada partícula fue sueño,
luz, arrojo.
Luego, la transformación, sequía.
Quién vería estas sustancias,
firmes estacas, extendidas
en un letargo óseo y blanco.

Si en su dolor apareciese algo
un gesto, un movimiento
o toda su gran pena
sepultada,
pero el silencio avanza
y no hay forma de leer el epitafio

© Amalia Mercedes Abaria

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11 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Estimada Amalia: fue un verdadero gusto leer tu poema, tan profundo en su recorrido. Con versos trabajados y firmes que fortalecen su contenido espiritual.
Felicitaciones. Cariños de Horacio

13 de octubre de 2011, 14:30  
Blogger Eduardo Espósito ha dicho...

Muy buen poema, Amalia. Bárbaro el remate!!

14 de octubre de 2011, 14:15  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querdo Gustavo, muchas gracias por la publicación de este poema y del motivo que elegiste.
Gracias amigos!
Abrazo
Amalia

14 de octubre de 2011, 15:27  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Antonio Sorbille dijo...
Querida Amalia: tu poema es muy conmovedor. Te felicito. Un abrazo.

14 de octubre de 2011, 20:29  
Blogger ignacio ha dicho...

Estimada Amalia, es un poema valiente, para expresar la mirada doliente de lo inevitable, con tanta delicadeza. Dan ganas de acompañarlo.
Mi homenaje Amalia
Ignacio

14 de octubre de 2011, 20:42  
Blogger Norma ha dicho...

Bravo, querida amiga. Un poema bellísimo. Muchas gracias, Norma

14 de octubre de 2011, 20:48  
Blogger galáctica ha dicho...

Querida Amalia: en este poema hay una visión triste y a la vez ennoblecedora del pasaje de un ser querido desde un estado de vitalidad y fuerza a un estado yacente más próximo a la muerte que a la vida.El amor brilla en tus pinceladas, que nos conmueven por su descripción morosa y tierna, que refleja la vivencia que tenemos de los que parten o están próximos a partir. Esos momentos atesorados porque son los últimos que compartiremos. Lo sentí mucho. Saludos poéticos Irene Marks

15 de octubre de 2011, 12:10  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Amalia,
cuánta desolación en este poema y al mismo tiempo pleno de ricas imágenes, consubstanciadas con un juego de opuestos, presente en esa alquimia de transiciòn vida/muerte.
Felicitaciones.
un abrazo

Elisa Dejistani

16 de octubre de 2011, 13:30  
Anonymous betty badaui ha dicho...

El dolor y la fuerza interior, ésa que nos lleva al final con dignidad y trsieza.
Fuerte, muy fuerte el sentimiento.
Bello, muy bello el poema.
Va mi ternura
Betty

21 de octubre de 2011, 3:56  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Amalia: me impactó tu poema, hay una gran desolación acompañada por un enorme dignidad frente al dolor que lleva a componer una obra refinada y de gran fortaleza interior, un abrazo, María Chapp

23 de octubre de 2011, 18:50  
Blogger LIDIA CARRIZO ha dicho...

EL DRAMA DEL HOMBRE ANTE LO INELUCTABLE.
POEMA DONDE SE REFLEJA LA DESAZÓN, LA INCERTIDUMBRE.
MUY BUEN POEMA.
LIDIACC.

25 de octubre de 2011, 18:37  

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