14/9/11

Poema de Paulina Juszko



Cada noche
añadía una palada al montón de escombros.
Cada mañana
se sentaba encima
posaba para giocondas.

Cada noche
juntaba sus migajas
para lanzarlas a los cuatro vientos
al otro día.

Antes de acostarse
pulía su cadena y su grillete
para que estuviesen irreprochables
a la mañana siguiente.

Aunque al dormirse olvidase sus roles
cada mañana
volvía a trabar conocimiento
con la marioneta del espejo.

Y así
hasta


© Paulina Juszko

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2 comentarios:

Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Genial.
Brillante tu poema.
Un abrazo

17 de septiembre de 2011, 23:21  
Blogger Rosa Lía Cuello ha dicho...

Lindo poema...muy metaf´rico.
Abrazos
Rosa Lía

25 de septiembre de 2011, 22:27  

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