Prosa de Daniel Ahumada
El paisaje retoza en los inviernos de tanta luz me dije alumbro, sueño, sueño que no soy lo que fui, y que los colores se difunden como llueven las cargas de silencio, pero soy lo que soy y no puedo negar mi colorido aunque las luces encandilen mi intención de ser mejor aquél que éste, o bien aquél del que jamás salió ni bala ni gemido.
.. Quise salir de mí y me salió un gritito agudo, imbécil, un quejarse de mí por un hacia mis todos los quejidos, racimo de colores fusilados porque negar la sangre de lo vivo sería como negar la muerte del vivido.
.. Y porque pudor me huele a finjo, me finjo ser aquél que nunca he sido, así como las luces se atolondran cuando busco sin ver los millones de crímenes-motivos.
.. No pude ser un cristo porque mi redención se ha redimido, de cárceles y pedazos de carne de todo colorido se enrejó cada estirpe como el árbol que suprime la hiedra en su castigo.
.. Pero fue cada una, cada una por su lado altivo, por su lado rojizo centelleante a morir y matar al más temido, y tuvieron las rimas su martirio hasta que las declararon satisfechas por claveles del aire que asfixian a la especie en cada espino.
.. No trato de llorar, mi sollozar lamenta mi vacío, no tiene con qué hacerlo ni una lágrima predica de esta muerte su cultivo, y quise regresar para quedarme junto a todos vosotros mis motivos, de los buenos o malos, mis motivos, los que tengo tenemos aunque nos hagamos la sota yo no he sido, y quién si no, quién apretó las armas para hacernos despedazar en alambiques me salgo y descuartizo.
.. De qué futuro habré, de qué insomnio padeceré en la celda nupcial de este vestigio. No sé mi soledad, soy sólo ser humano buscando tapar lo que le han dicho, la carga del serás viene contigo, la fuerza del serás seré ya he sido.
.. No vengan con la sangre de los que no se sabe si estuvieron, no busquen confusionar mayor la aplicación banal de lo analítico. No me nieguen la sed de la laguna aunque la trenza estruje por disciplina augusta convenida. No miren hacia atrás con ojos gansos, ayúdenme a mirar frente a mí mismo, ayúdenme a hacer foco en la frente del crimen sin castigo, clavar el áspid en el cenit de la leyenda para evitar enroques estratégicos, lamer la sal de la mortaja no será de mi ser si por mí fuera, pero si lo queréis, ayudo con mi lengua les ayudo a envilecer la historia de los trinos.
© Daniel F. Ahumada
1 comentarios:
Bien Daniel, tuve que releer el texto un par de veces, y pese a su aparente caos (sobre todo leyendo en voz alta)tiene ritmo poético. Hay ciertos párrafos que causan un efecto de "flashback" (algo así como una película de Tarantino, que va y vuelve al mismo tiempo, pero desde otro lugar)Tiene "ideas-fuerza" de sobra, algo abigarradas... pero ya conozco tu estilo... es de lo más lanzado y, por supuesto, de ruptura de estructuras. Conclusión: me gustó.
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