6/8/11

Poema de Silvia Rodríguez Ares


Pájaro de mal agüero

El azul se vuelve gris
y escapa el día
en la mitad de un gesto.

No debí callar
ni diluir mi nombre.
No debí dejar entrar la bruma
ni cerrar los ojos
cuando el pájaro de mal agüero
se filtraba en mi ventana.

Ahora el vidrio roto es negro,
el párpado rezuma bilis
y la mano sangra
sin saber por qué.

© Silvia Rodríguez Ares
Foto enviada por la autora del poema

4 comentarios:

Blogger Isabel ha dicho...

Muy buen poema, Silvia. La creencia de la voluntad de no dejarlo entrar, que le faltó al yo poético.
Isabel Llorca Bosco

6 de agosto de 2011, 9:41  
Blogger LIDIA CARRIZO ha dicho...

EN EL POEMA QUE NO QUEREMOS VER LO REAL... Y DISFRAZAMOS.
MUY BIEN EXPRESADO!
LIDIACC.

7 de agosto de 2011, 14:54  
Anonymous Silvia ha dicho...

Gracias por los comentarios!
Un abrazo, Silvia

8 de agosto de 2011, 20:47  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Con qué notable autoridad expresás, Silvia, el fracaso de la voluntad. Excelente poema.

Jorge Luis Estrella

27 de agosto de 2011, 13:23  

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