6/8/11

Poema de Camilo Valverde Mudarra


NOCTURNO ELEFANTE

La sangrienta maldad de la violencia,
bramando su rugido criminal
desde guaridas viles de insolencia,
vomita nauseabundo odio letal.

Sacristanes, obispos de Satán,
absorbiendo su rabia contumaz,
disparatan conceptos de patán
por foros, con talante lenguaraz.

Un dolor rojo rasga el duro aliento,
negros gritos desangran la garganta,
la gente sana clama su ira al viento,
se encona, se contiene y se levanta.

¡Astros del cielo, dioses siderales,
cesad la faz sangrienta del terror;
tornad las iras de ímpetus letales
en remansos fraternos de fervor!


© Camilo Valverde Mudarra

6 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

camilo: recuerdo esta foto que todavía recorre el mundo, esa niña japonesa, desnuda, segunda guerra mundial, corriendo despavorida sobre el asfalto caliente: así duele tu poema que acompaña la imagen: desde lo que fue y marcó a la humanidad ese hecho, como seguramente tu palabra también lo hará. gracias por la memoria. un abrazo. susana zazzetti.

6 de agosto de 2011, 23:16  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Camilo,
imágenes desgarradoras acompañan y convierten a este poema en alegato.Para reflexionar.Felicitaciones.

Elisa Dejistani

11 de agosto de 2011, 11:01  
Anonymous eduardo.s.chaves@gmail.com ha dicho...

Camilo
imagen y poema son dos golpes que hacen de la lectura un regreso al mundo que nadie quiere, el de la violencia y la guerra. Tu voz lo nombra para que no regrese. Gracias. Eduardo Chaves

13 de agosto de 2011, 18:25  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querido Camilo,creo que es la niña vietnamita víctima del napalm,tremenda foto del horror...gracias por tu memoria y por tu plegaria, que Dios nos ayude a refundar una humanidad en base al amor...de lo contrario ¿habrá humanidad que resista? ¿planeta que resista?
Un abrazo fuerte, María Chapp

13 de agosto de 2011, 21:54  
Anonymous Anónimo ha dicho...

A todos vosotros, que os acercáis a mis versos con vuestro comentario, os deseo muchas venturas y os doy de corazón las gracias.
Saludos, Camilo

17 de agosto de 2011, 9:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Gracias, Camilo, por su empeño en no dejar envilecer de vestiduras la memoria.
Abrazo
Alicia Perrig

22 de agosto de 2011, 15:01  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio