Poema de Silvia Rodríguez Ares
Pájaro de mal agüero
El azul se vuelve gris
y escapa el día
en la mitad de un gesto.
No debí callar
ni diluir mi nombre.
No debí dejar entrar la bruma
ni cerrar los ojos
cuando el pájaro de mal agüero
se filtraba en mi ventana.
Ahora el vidrio roto es negro,
el párpado rezuma bilis
y la mano sangra
sin saber por qué.
© Silvia Rodríguez Ares
Foto enviada por la autora del poema
4 comentarios:
Muy buen poema, Silvia. La creencia de la voluntad de no dejarlo entrar, que le faltó al yo poético.
Isabel Llorca Bosco
EN EL POEMA QUE NO QUEREMOS VER LO REAL... Y DISFRAZAMOS.
MUY BIEN EXPRESADO!
LIDIACC.
Gracias por los comentarios!
Un abrazo, Silvia
Con qué notable autoridad expresás, Silvia, el fracaso de la voluntad. Excelente poema.
Jorge Luis Estrella
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