Ese
Tu nombre empieza con la sombra
que se ondula en la línea de los labios
Cuando te nombro
por lo blando de la lengua
se curva la inicial de la serpiente
que juega con la perpetuidad de la letra
Naces mío
en la sonoridad que crece con la noche
donde se yerma el tiempo
Entonces pierdo la distancia de la ese
En tu nombre me salvo y naufrago
cuando te vuelves agua
y te escurres
en mi boca
© Marina Centeno
Marina, me encanta tu poema!
ResponderEliminarexcelente!
"S" de SAMUEL?
ResponderEliminarGracias Claudia, un placer.
ResponderEliminarGracias anónimo, por el tiempo de lectura.
ResponderEliminarSaludos.
Puro erotismo, Marina. genial!
ResponderEliminarBesossssss
Marina Centeno,bellísimo poema, pleno de recónditos misterios, que yacen en el nombrar y ese "Naces mio/en la sonoridad que crece con la noche/donde se yerma el tiempo"
ResponderEliminarEs para no olvidar.
Celebro y agradezco tu luminosa poesía
Ignacio
Siempre un placer, Mónica, tu compañía.
ResponderEliminarSaludos.
Ignacio, celebro tu llegada.
ResponderEliminarSaludos afectuosos.
Marina Centeno.
Marina
ResponderEliminarLlamativo este poema cargado de resonancias eróticas y misteriosas hoduras.
Saludos, Camilo
Los dos primeros versos ya son de por sí un poema. Y el resto no lo desmerece.
ResponderEliminarMe gusta el poema y también la imagen, se enlazan bien, abrazos, Betty
ResponderEliminarGracias Camilo por apersonarte a esta "Ese"
ResponderEliminarSaludos!
Gracias por tus palabras, María Silvia.
ResponderEliminarUn placer.
Gracia por el gusto, Betty!
ResponderEliminarSaludos.
MARINA :apasionado Poema sincero y
ResponderEliminarpersonal,original.SALUDO A VOS Y
A TU POEMA.angel
Gracias Ángel por tu lectura y comentario.
ResponderEliminarUn placer.
Saludos!
Marina Centeno.