Poema de Marina Cecilia Kohon
de los surcos y los blancores…
estoy en el punto muerto de la noche
desoyendo las líneas de mi mano
ese destino terco
que como topo hurga en mi carne
un surco inconducente
bajo el blancor de una diosa
que observa,
muda.
© Marina Cecilia Kohon
entrada de Gustavo Tisocco a las
14:27
7 comentarios:
CUÁNTO SE PUEDE DECIR!...
CON TAN POCO Y TAN PROFUNDO
COMO ES LA INMENSIDAD QUE SE HACE INFINITO!... SOÑAR
GRACIAS ME HA GUSTADO MUCHO TU POEMA SIN TANTO SE DICE UNA ETERNIDAD!... HERMOSO
LIDIACC.
Hasta la noche tiene un punto muerto, Marina.
Gracias por recordarmelo.
Besos.
Un breve que llena al lector, que complace mucho, abrazos
Gracias Lidia por tu lectura, hay momentos en los que sólo nos sentimos un punto a la deriva, no? Un abrazo.
Para mí Leo, son esos momentos en los que parece que la Tierra ha dejado de rotar y nada pasa. Cariños!
Gracias Julia por tu comentario, un abrazo.
Gus, no podrías haber elegido mejor imagen, gracias!
Hermosísimo poema que me hace reflexionar acerca de las tantas veces que desoí las líneas de mis manos.
Gracias Liliana, por la lectura y tus palabras, va mi abrazo.
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