Poema de Alicia Márquez

NO SÉ (Para Pedro)

Los hijos crecen,
crecen en el verano
como los filodendros,
como los malvones.
Mis hijos crecieron,
de repente crecieron.
Me ponen las manos
sobre los hombros
y yo me estiro
para besarles las mejillas
que raspan.
Quizás los arrope de noche,
cuando duermen solos,
pero no les puedo decir más
si están tristes,
que tienen el corazón negro
y que abrazándonos se va a poner
rojo de nuevo.
No sé. No puedo.
Ya no puedo contarles las hazañas
que cometía cuando era joven
y les gustaban tanto,
porque las madres no cometemos hazañas.
No puedo atajarles los penales de la vida.
Y de repente siento
que no,
como ahora, como hace poco, que no.
No puedo disipar nubes, soplándolas,
no puedo cantar canciones azules
que espanten de los armarios
monstruos verdes.
Ya no sé el lenguaje necesario,
lo perdí
porque mis hijos crecieron.
Y aunque sople,
y aunque los abrace,
no puedo.
Porque los ojos que me miran, ahora,
son de hombre.
Y de repente siento toda mi absoluta impotencia
de ser mujer.

© Alicia Márquez