15/12/25

Poema de Miguel Fuchs

 


Por qué se callan los segundos.


              A Graciela Caldeo, mamá de María Fernanda Álvarez

 

Ese viernes el reloj perdió sentido.

Cómo entender las horas. Cómo medir los tiempos

si la luz no se derrite y nunca se ha apagado

la memoria que nos ilumina, que todavía existe

de tu alegría, de tus sueños. La llama

que nos queda. Esperar la justicia

de Dios. Lo incomprensible

en expedientes judiciales, condenas

incompletas, imputaciones. El reloj

no se había roto. Sigue de pie la esperanza.

 

© Miguel Fuchs

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