1/10/25

Poema de Fernando G. Toledo

  


Alea iacta est

 

Los anillos de los días se enredan

en mi cuello y esta sombra me anuncia

que la suerte presenta la renuncia,

que están vacíos los vasos que quedan.

Pero a tu salud quiebro los cristales,

a la salud del que está en ese espejo,

más incrédulo, más torpe, más viejo,

cada vez más fuera de sus cabales.

Porque el silencio exige un compromiso,

porque mis labios así están sellados,

no voy a gritarte lo ya callado,

hablarle a la pared, cantarle al piso.

Voy a apagar la luz sencillamente.

Voy a pagar mi diezmo de silente.

 

© Fernando G. Toledo

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2 comentarios:

Blogger Alfredo Lemon ha dicho...

Preciso y extremado Fernando.
Saludo desde Córdoba, gracias!

3 de octubre de 2025, 12:27  
Anonymous Anónimo ha dicho...

ocurre. dejamos que habite el silencio con sus huellas. precioso poema. susana zazzetti

3 de octubre de 2025, 15:39  

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