12/8/25

Poema de Francisco Rapalo

 

 

ELLOS CONOCEN EL CAMINO

hacia Aqueronte.

 

 Ninguna de nosotras

 puede comprender

 su dirección.

 

 Han bebido

 de esa agua negra

 toda la vida.

 

 En vano les tallé

en sus corazones

mi nombre.

 Ahora son minerales

 en el lecho del río.

 

 A mi mejor hombre lo vi llevarse

la mano al pecho

 como si estuviera aquietando a un infante,

 una versión diminuta de sí mismo

 que siempre cobijó dentro.

 

 Lo vi morirse

regresando

 al interior.

 

 Ni siquiera en ese último momento

 en que una luz plástica se posó

sobre su cuerpo anciano,

 el corazón de mi amante

 latió para mí.

 

© Francisco Rapalo

Etiquetas:

1 comentarios:

Blogger Carolina Brieux Olivera ha dicho...

Dios mio. Mil gracias

13 de agosto de 2025, 10:02  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio