29/3/25

Poema de Fabián Leppez

 


Lilith en Acuario / 13

 

Soy mis ojos tónicos

observando el camino del Inca.

El dibujo oblicuo de las alas

que buscan romper mi espalda.

Soy la gelatina que transparenta

el resfrío de sol.

Mis pies desatados en el parque,

corriendo hacia la niñez.

Corriendo

para que no se apodere de mí

el abandono.

 

Soy adobe en el guardabarros

de la bicicleta y mis manos

succionando el inflador.

Soy mi scanner recorriendo a

los pasajeros del colectivo,

mi cuerpo impactado por la llegada del tren

y mi culo reprimido

en un micro de larga distancia.

Mis lecturas somníferas

atravesando montañas,

mi lengua chisporroteando

con salsa picante norteña,

mi voz pastosa en el audífono del teléfono,

mis palmas golpeándose, crudas

detrás del portón,

mi puño meticuloso punzando una puerta.

 

Soy la paranoia del viaje perdido,

el saludo nebuloso

desde el segundo piso en la terminal

y la mirada elástica

siguiendo los cables de luz en la ruta.

Soy mi espalda abrazada

al asiento reclinado,

el café tibio y aguado

servido en un vaso de tergopol

y la bandeja de cena minimalista.

El sánguche envuelto en papel film

abollado en la mochila de mano y

la cerveza artesanal comprada en Córdoba.

 

Soy las manos dispuestas a

samarrear al chofer

para que arranque,

para no centrifugar el camino.

Para ganarle la carrera a las gaviotas.

 

© Fabián Leppez

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2 comentarios:

Blogger M. Luz Rios Iribarne ha dicho...

Gran poema. Rico en sensaciones. Bellísimo!

30 de marzo de 2025, 0:27  
Blogger Alfredo Lemon ha dicho...

De corte objetivista, las distintas estrofas de la construcción de tu poema, disparan y dispersan imágenes que son percepciones y sentires muy ajustados de lo cotidiano circundante.
Me gustó mucho y me pareció impecable. Gracias!

30 de marzo de 2025, 10:05  

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