La felicidad es un instante
Desnuda transparente sobre la hierba mojada
Cesó la lluvia. Algunas gotas doblegan el
pétalo del lirio
Cierta golondrina roza apenas el charco
Bajo el ciruelo sacude las plumas un zorzal
Nubes en rápida carrera dan lugar al cielo
que azulea de a ratos
Mi otra yo a través del espejo de la
fuente,
mariposa quebrada de amaneceres olvidados.
La voluntad se vuelve agua, desaparece
entre los brotes de la huerta.
Suave brisa aletea el cerezo
Cada pájaro deja el canto en la serenidad
de la tarde
Ningún sonido se superpone
Bailar el viento, acariciar la cara inversa
de las hojas
dibujar el ritmo de los latidos
Aprender a no morir
© Graciela Barbero
Eso, eso eterno que ya pasó...
ResponderEliminarMuy bien dicho Graciela. Alfredo Lemon