Celebré, en
la niñez, un puente aislado,
negro, de
circular remachadura,
solitario,
solemne de pilares.
Atravesaba
un mercurial arroyo
donde
íbamos juntos, a bañarnos,
los pájaros
y yo, cuando noviembre
hinchaba su
vejiga de aluminio
en la
siesta caliente, y las moreras
olían a
mujer, a voluptuoso
abandono de
plumas vegetales.
Eran dias
felices con el puente.
De espaldas
a su lado, lo atendía,
comprendía
sus músculos unidos,
la trabazón
espléndida del duro
metal
acribillado por los pernos,
y me
sobrecogía su estatura
de abuelo,
la perfecta simetría
de su
ferrosa luna reposando.
Yo amaba el
negro puente, y él usaba
cosas de mi
silencio, porque a veces
se me caía
el corazón en fruto
hasta las
piedras de su basamento
y algún pez
me bebía de las uñas
mi lágrima
de niño, casi niño,
mi confuso
láud de adolescente.
Ayer salí a
buscarlo. Dejé el pueblo,
caminé por
los árboles, anduve
debajo de
las casas, de los hilos
telefónicos;
fui pisando espinas,
margaritas,
colores de memoria.
Fui hasta
el hierro en cresta de su cumbre,
hasta su
oscuro resplandor de acero
inútil ya,
cerrado por las firmes
razones de
la edad, deshabitado
de trenes
provinciales. Busqué el sitio
donde mi
corazón rodara en agua,
en
laberinto, en sol de viejos días.
Y sólo
hallé un remache desprendido,
una pesada
lágrima amarilla
de su
molecular llanto de ciego;
una gota de
miedo, solitaria,
fría como
una estrella entre cipreses,
© Roberto
Themis Speroni
Cuando
fuimos hermosos,
merecimos
la lluvia.
Como los
sauces fuimos,
lentos y
prodigiosos,
nos movimos
despacio
entre el
cielo y la tierra.
Era
apacible el aire
cuando
llovía en nosotros,
nos
anduvieron pájaros
sobre las
manos mansas.
Todo lo
merecimos.
Nada es más
breve, nada,
que la
canción del agua.
© Mariana Finochietto
Parece que de este lado del mapa amamos a Themis...qué bueno coincidir con Mariana, porque es un poetazo que debemos celebrar y seguir difundiendo.Muchos cariños!
ResponderEliminar¡qué buenos poemas ambos!
ResponderEliminarSon como una catapulta a tantos pensares
¡Felicidades y mucho gusto, Mariana!
Carlos Morteo
Enorme poeta! Gracias por recordarlo.
ResponderEliminarY tú poema, ¿qué decir?... Una joyita de esas que siempre conmueven... Un abrazo grande, Mariana!
Bello tu poema, Mariana, como toda tu producción, encantador... y una perla el poema de Themis, dueño de un bello estilo, tan bohemio como inconfundible.
ResponderEliminarJuan C. Rodríguez