Por qué Ozu.
El sabor del té verde con arroz
alcanza el fuera de campo.
Qué variedades
se perdieron en los últimos cien años
y por qué causa placer
el sonido de la lluvia
de arroz
al verterla en el agua.
Construida la perspectiva,
quién sabe si una parte
de las cosas
están en oriente.
© Silvana Franzetti
Nos atraen los misterios del oriente. Bello poema,sutil. Graciela Barbero
ResponderEliminarHermosas letras, el sonido de la lluvia de arroz imagen potente Felicitaciones amiga Poeta Saludos desde San Miguel de Tucumán
ResponderEliminarEs muy hermoso este poema, su lluvia :) Un abrazo, Daniela Camozzi
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