Hablar en lengua
Que la poesía mueva mi boca
y ventrílocua, me
haga decir por fin
lo que se traba en la
garganta
o en el pecho se cierra y desconozco.
Como llamada de tambores,
nos vaya reuniendo
a todos los que estamos sin resguardo
ante la muerte
y abiertos a su aridez
nos encontremos en el abrazo.
Si, que la poesía mueva las bocas,
emparche mis zapatillas y pueda
subir al Hornocal
a buscar los colores que me faltan
para escribir estos versos
y nombrar quién soy.
© Paola Reta
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Eso Paola! Que la ventrílocua diga quién se es!
ResponderEliminarMe gustó tu poema Paola, y que la garganta se destrabe.
ResponderEliminarAna Romano.