Ocarina
Es el momento de escribirlo:
aquí está la ocarina
que me regalaste
cuando éramos jóvenes
y vivíamos.
Una vez se rompió,
y aunque pude arreglarla
alguna esquirla regresó al polvo.
Sé que encierra melodías,
frases que hubiera querido decir.
Ahora cuelga frente a mi ventana,
en silencio: allí descansaré.
A Adriana Genta, in memoriam
© Gerardo Lewin
Removedor. Gracias.
ResponderEliminarGracias, querido Gustavo!!
ResponderEliminarTus afinadas palabras hacen sonar nuevamente al instrumento en tu preciso poema. Gracias Gerardo. Saludo desde Córdoba
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