la hija huérfana de la madre huérfana
se mira al espejo de la habitación vacía
se descubre idéntica a la que ya no está
con la vieja alianza en su mano izquierda
como un puente
un lazo invisible con la otra puerta de la historia
es la mudez que se instala
en medio de la palabra siempre
la hija huérfana
camina por las habitaciones de la infancia
escucha a los que no dicen a los que no entienden
son los muertos de la madre de las huérfanas
que celebran el último encuentro
mientras aquí estrenamos
el ritual
de cerrar puertas
© Estefanía Ceballos
Estefanía muy bueno el poema. Imágenes fuertes que cuentan una historia que nos impulsa a seguir leyendo desde principio a final. ♥️🦋
ResponderEliminarla orfandad en la palabra siempre, bello y doloroso. Tremendo el remate.
ResponderEliminargracias
Duele la orfandad! Muy fuertes las imágenes de un ritual que inicia.
ResponderEliminarEl silencio y la ausencia los tramos más dolorosos de lo humano! Encontrar en los demás? Abrazo grande
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