Como en una cumbia de barrio “le robaron la motito, al
boludo de tu chico” y corrés a su encuentro,
y el universo entero es él que putea porque la vida es injusta y vos
besas sus lágrimas, porque no hay nada más cinematográfico que besar a alguien
llorando y la película termina, siempre termina, termina como todo lo que toca
este tiempo sin tiempo: fundido a negro.
© Federico Torres
Muy bueno
ResponderEliminarFederico, tus descripciones poéticas como en un rodaje fílmico, perfilan y exponen muy bien, lamentables escenas que a diario se registran. Saludo desde Córdoba
ResponderEliminarLinda prosa poetica!!! Cristina Noguera
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