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12/2/25

Poema de Tamara Padrón Abreu

 


[Rou muvi]

 

Deberíamos ser parte

de una traducción de Anagrama

 para que alguien pueda situar

nuestra discusión matutina

por ejemplo,

en un motel de carretera

camino a Iowa

o en cualquier otro punto

apenas visible de la Interestatal.

Desde pequeña quise desayunar

 huevos estrellados y café negro

servidos a granel

por una mujer de delantal rosa

que no sepa mi nombre

y entonces me diga cariño

y te mire de reojo

porque le recordás demasiado

a cierto patán que no se cansaba

de golpearla.

Ella sabe cuándo volver

a llenar mi taza o la tuya,

solo ese gesto basta

para recuperar la calma

que no fuimos capaces de tener

por la mañana.

Ahora

nos despedimos en una gasolinera

al límite del condado

la distancia será medida en millas

nunca podré hacer la conversión

nunca sabré cuánto

nos alejaremos en realidad.

 

Otra mala traducción

llena de pollas y coños

nos haría felices de nuevo,

pero no habrá ningún gamberro

dispuesto a colocar estratégicamente

la palabra follar

en mitad de una despedida.

 

© Tamara Padrón Abreu

2 comentarios:

  1. Lúdico e inteligente, plantea el problema de las traducciones. Correcto e interesante. Expone muy bien esa realidad.

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  2. Me encantó como viaja el poema contando está historia amorosa que puede significar eso, u otra cosa, y no importa porque lo que vale es que el poema toca. Gracias. Marta

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