Poema de Marta Díaz
La mañana
es un bicho bolita que se esconde entre las calas.
Mientras adentro llueve
la casa extravía
su historia
de siestas
de almidón
de caballos
de Troya.
¡Te has ido
tan de prisa
entre los cardones!
La herida
del costado
es un hombre
que atraviesa
la noche
con sus manos.
No ha de pedir perdón
-lo sé-
la vergüenza
es el caldo amargo que se toma
aunque no quieras.
La familia guardará el secreto…
El rencor
es un bollito
de papel
entre los dedos
hay que apretarlo fuerte
para que el grito
no despierte
a la bestia
de los algarrobales.
La familia
guardará el secreto.
En la ceniza
se ocultará
la memoria
mas el viento despeinara
a la sombra
que se esconde
en el zaguán.
El agua correrá turbia
entre los matorrales mientras adentro llueve.
La casa se quedará vacía
con sus costumbres
sus normas.
Mientras adentro llueve
alguien rompe
las ataduras
se marcha.
El silencio es el mejor refugio
para parir distancia.
© Marta Díaz
Imagen enviada por la autora del poema
Etiquetas: Marta Díaz
7 comentarios:
Todo tu poema Marta, desde su incio hasta su estrofa final, describe, desarrolla y capta muy bien, esas fugacidades, esas instancias...
Gracias!
Querido Alfredo muy agradecida por tu lectura y mensaje. Lo valoro mucho.
Por algo se dice que "cada casa es un mundo" Gracias por permitirnos penetrar en ese espacio interior y exterior. Abrazo fuerte.
Muy agradecida por tu lectura Teresa Un abrazo enorme
Cuando el poema toca al lector en el hombro con un pequeño temblor, el objetivo se ha logrado. Saludos. Marta Comelli
ay! ese silencio que parte el mundo en dos.
Gracias Marta por gritar en el poema.
claudia
Tremendo poema, Marta! La casa, los secretos de familia, la liberación. Miy bueno, querida. Fabiana León
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