Me enfrento
a la vidriera
casi acomodo mi cuerpo
al del maniquí
con la ropa que me gusta
en el centro
muchos de nosotros
nos paramos
a ver
soñar
y desear esas etiquetas
o rayas
de las ropas que queremos
pero la cantidad de gente
como en estampidas
o hileras de hormigas
feroces
que transita
las veredas
discontinuas
nos empuja hasta la manta
en la que la ropa es parecida
y
que podemos comprar.
© Daniel Villaverde
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