Lluvia
Un pájaro canta
en la mañana gris de verano,
la lluvia cae fina
sobre el asfalto
y un niño y un gato
se protegen bajo un alero
que no alcanza
para esconder
los bordes de su hambre.
Cuando la lluvia se detiene
regresan invisibles
a las calles
y se alejan
pisando charcos.
Su reflejo es fugaz,
como el brillo
que deja
la persistencia del agua
en las veredas.
© Mabel Sierra Karst
Delicado poema en su justa vibración
ResponderEliminarGracias poeta por traer un tema que nos esta dañando . Hermosa composición de versos. ❤️🦋
ResponderEliminarHermoso tu poema Mabel!
ResponderEliminarCuanta melodia tiene este poema muy interesante
ResponderEliminarGñadus Cepeda