Páginas

25/1/25

Poema de Alejandro Méndez Casariego

 


Cuando baje la marea

se podrá ver

de que está compuesta la resaca,

cómo distribuyó el oleaje

las piedras y conchillas

cuántos peces y moluscos

no fueron capaces de sobrevivir,

cuántas algas, débiles de raíz

se desprendieron en el primer tumulto.

 

Si queda algún residuo

de castillos o nombres o símbolos astrales,

si algún cadáver

de antiguas guerras llegó

finalmente, a destino;

si se hace visible, en la arena,

algún hueso

personal o indistinto.

 

© Alejandro Méndez Casariego

8 comentarios:

  1. Muy bello poema.

    ResponderEliminar
  2. habrá que leer esas señales que nos definen como un hueso personal o indistinto. Muy profundo. Gracias.

    claudia tejeda

    ResponderEliminar
  3. Hermoso poema, Alejandro. Lo que permanece es la huella de la vida infinita y, a la vez, fugaz. Abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Me dejo pensando si será la interpretación una forma del destino.

    ResponderEliminar