Mi niño
En un paraje del mundo
del otro lado de la sierra
pasando todas las fanfarrias
hay un descampado
donde la carencia
juega con los sueños a las escondidas.
Manitos arrugadas por el frío
pequeñez que conoce
toda señal de las
inclemencias del viento
y el lenguaje de una estrella.
Niñez que no es de publicidad
el estadio es a puro campo, delimitado por totoras
una pelota de trapo intenta goles, chuteados a la suerte
y la hinchada, es grito abierto a puro cielo.
No quiero olvidarme
ese
es también mi niño.
© Vivi Aguirre
Conmovedor poema, Vivi. Sentí mío también ese temblor de luz húmeda quemándome los ojos. Gracias
ResponderEliminarDarío Oliva
Excelente poema que golpea con su realidad.
ResponderEliminarAba Romano.