El circo llegaba a la capital del pueblo, mientras un
siniestro eterno nos distanciaba de la niñez. Ese día
supimos que aquella pareja de cabellos blancos
empezaba a salir y sin querer, como es la vida,
nosotros comprendimos lo precario del viaje.
© Simón Dante Lorenzón
la niñez, excelente
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