La infancia de los padres
No la sabemos.
No sabemos si tenían miedo de los ruidos de la noche,
si se cantaban alguna canción para ahuyentarlo,
si dormían con la luz prendida,
si creían en las hadas y en los gnomos,
si odiaban la escuela,
si tenían amigos para toda la vida.
No sabemos.
No sabemos cómo era su risa chiquita,
qué odiaban comer,
si les dolían los pies encerrados en zapatos
para ir al colegio,
si jugaban mucho, si los hacían trabajar,
si lloraban despacio o a los gritos,
si tenían berrinches, si escuchaban a los grillos
en el verano y corrían por el campo para atrapar
luciérnagas,
si estaban seguros de que detrás del horizonte
había paisajes extraños, llenos de pájaros enormes
y lunas de día.
La infancia de los padres es como
esos libros troquelados que nos saltaban
entre las páginas y estaban llenos de misterio
y bellas ilustraciones de jardines, casas con techos a dos
aguas,
lagos con patos, algún conejo aquí o allá…
quizás no.
No sabemos.
Pero queremos, desesperadamente, que hayan sido felices
felices en algún momento,
que se hayan reído hasta el dolor de panza,
que se hayan enamorado a los seis años
y, sobre todo, sobre todo, que hayan soñado con nosotros.
© Alicia Márquez
GRANDÍSIMO POEMA!. SUSANA ZAZZETTI.
ResponderEliminarALICIA es un poemazo que expresa lo que muchos sentimos. Qué brecha entre las generaciones, aunque haya tanto amor.
ResponderEliminarMaravillosamente expresado y acertado. Alfredo Lemon
ResponderEliminar¡Gracias por los generosísimos comentarios! Un abrazo grande.
ResponderEliminarAlicia
Cuántas verdades en un solo poema. Muy bello!! Bea Belfiore
ResponderEliminar