Desde el andamio
Mientras te miro allá en lo alto
los pensamientos giran en carrusel.
Andamio, cemento, brocha gorda
ceño fruncido, tristeza, impotencia.
Sigue girando el carrusel
y esta vez te veo
con sombrerito de papel de diario
silbando aquel chamamé
que te enseñó tu abuelo.
Tu overol, caparazón
Salpicado de pintura, cemento
entusiasmo, dignidad.
Espalda fuerte, ladrillo sobre ladrillo
los brazos sostienen
la obra de la vida.
© Gladis Domínguez
Muy bonito
ResponderEliminarMuchas gracias 🌹
EliminarMuchas gracias
EliminarBien dicho Gladis, el quehacer de ese albañil y sus brazos, sostienen la obra de la vida, ladrillo a ladrillo cada vez. Alfredo Lemon
ResponderEliminarGracias Alfredo
EliminarMuchas gracias por la apreciación Alfredo
EliminarPoema para quienes no tienen poemas. Gracias!
ResponderEliminarGracias Susana
EliminarQué así sea Susana
EliminarHermoso poema, pintas con dulzura y reconocimiento ese trabajo tan arduo yconstructivo
ResponderEliminarLeonor Mauvecin
Muchas gracias mí querida Leo por tu generosidad y aprecio.
EliminarGracias querida Leo, tus devoluciones me honran y alegran.
EliminarAbrazote
¡Muchas Gracias Gus!
ResponderEliminarMe honra formar parte de este blog junto a tantos poetas contemporáneos de pluma sensible y exquisita.
(Gladis Domínguez)
Muchas gracias Gustavo, feliz de estar en el blog junto a tantos poetas contemporáneos.
ResponderEliminarHermoso espacio de poesía tu trabajo amoroso.
Hermoso Gla!
ResponderEliminarclaudia tejeda