LOS PERROS SABEN DONDE DORMIR
Un pequeño animal deposita su placidez
en mis manos
se deja estar y lo acaricio
es imposible no rodearlo de ternura.
Un perro duerme en mis brazos
porque en mis brazos pueden dormir
y durmieron todos los perros.
Siempre hubo una canción de cuna
en medio de los peores ruidos
en las proximidades siempre las hubo
aunque había que robárselas a los depredadores.
Un viejo sabio de los montes me contó
que en las pesadillas de los perros
el primer monstruo es devorado por el segundo
y este por el tercero y así
hasta que ellos mismos despiertan con hambre.
Por eso estamos obligados a darles
una caricia suavecita cuando abren los ojos.
Los perros ganaron experiencia
perseguidos por los monstruos
por eso detectan con facilidad
los brazos donde dormir plácidamente.
© Patricio Emilio Torne
Es así. Amoroso poema. Gracias. Inés Legarreta.
ResponderEliminarMuy cierto, conmovedor poema. Alfredo Lemon
ResponderEliminarUna dulzura, gracias Patricio!
ResponderEliminar