Duraznos a la siesta
No sé porque asocio
siesta con duraznos.
Duraznos en un durante
de delirios deliciosos
durmiendo siglos
breves en sus ramas
de espera.
Desovados, apenas donados
los arrebatábamos,
duendecitos crueles.
Y cuando la pulpa jugosa
nos embelesaba el paladar
volvíamos corriendo
con los pies sucios
al debajo las sábanas.
Con el dulzor de los duraznos
durándonos en las encías
volvíamos al silencio
de la primera tarde.
Así, con un recuerdo de
siestas de duraznos:
poesía sobre el papel,
las úlceras sangran menos.
© María de los Ángeles Fornero
Qué maravilloso poema "Duraznos a la siesta". Gran poeta María de los Angeles Fornero. Logra en este poema introducirnos de puntillas en ese espacio íntimo de "delirios deliciosos".
ResponderEliminarQué imágenes! todos los sentidos puestos en el poema. Bravo, María. Me encantó.
ResponderEliminarMuy hermoso María de los Angeles!
ResponderEliminarPrecioso, María! Abrazo. Fabiana León
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