Volví
La hamaca
con correas viejas
de cosechadora
fue mi amiga.
La tabla de madera
donde pasaba horas
también salió
de la herrería.
Entre
el horno de barro
y el aljibe
aprendí a soñar.
Treinta años después
volví a volar
en mi hamaca
de los recuerdos.
© Gabriela Licarzi
Siempre hay una hamaca en nuestra nostalgia...Gracias por traer la tuya Gabriela. Alfredo Lemon
ResponderEliminarHermoso poema!!!
EliminarMuchas gracias, Alfredo!!!! Un honor tus palabras!!!! Gracias de corazón a Gustavo y a todos los que confiamos en la poesía.
ResponderEliminarQué ternura de poema.. me llevó a la hamaca de la plaza de mi infancia. Gracias bonita y dulce poeta. ♥️🦋
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