Tren de Valencia a Madrid
Un lento deslizarse en las horas
y
el segundo preciso de la quietud
En el camino el sol me sigue en su
resplandor.
Cuando la penumbra asoma
el cielo se viste
de un intenso amarillo.
El tren se desliza comiéndose
el
paisaje.
Mi mente vuela a campos de
girasoles.
Un túnel me sumerge en una
oscuridad
abismal.
Impetuosa una luz
me acaricia los ojos.
Ahora somos los árboles y yo.
Miles de verdes
entre la tierra y el cielo
estalla en diferentes formas
franjas de cultivos por debajo y hacia lo más alto las copas
frondosas
pavoneádose en su
belleza...
© Flora Levi
Precioso poema Flora.. hice el viaje, sentí las emociones y vi todas las imágenes. Abrazo ♥️🦋
ResponderEliminar❤️❤️❤️
ResponderEliminarMuy bueno,Flora.Cariños
ResponderEliminarBelleza de viaje!
ResponderEliminargracias flora por esta foto que me regalan tus versos. susana zazzetti
ResponderEliminarEl viaje, los viajes interiores y los otros. Sutil poema de luz entre los párpados Flora! Gloria Arcuschin
ResponderEliminarHermoso poema. Gracias. Un beso. Dirbi
ResponderEliminarQuerida Flori: este poema, sus imágenes , los viajes internos, belleza! Gracias! norma starke
ResponderEliminarBelleza tu poema Flori.
ResponderEliminarBello poema!!!
ResponderEliminarHermoso, Flora!
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