Correr sin llegar,
llegar sin partir a aquella eternidad que brevemente besa, ácido robado a la
ubre de la nada, el mundo abajo del mundo. Pulpa de sirena, miel vacía me
ilumina. Este sol abandona su fluido en un espejo ¡y mis latidos burbujean
creyéndose de viento! Y, sin embargo, ¿ardo o soy un bosque?
© Gabriel Francini
Cuestionamientos que hacen al existir. Muy bueno!
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
Muy bueni. Saludos. Marcelo valenti
ResponderEliminarOriginales imágenes. Profundos dilemas. Felicitaciones, Gabriel. Gran abrazo!!! Rafael Roldán Auzqui
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