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7/8/24

Poema de Raimundo Rosales

 


Amo a esa mujer

 

Amo a esa mujer chiquita y gigante

y a sus brazos cuando envuelven

mi cuello y mis tormentas.

 

La amo cuando llega

como un barco en silencio

y se atasca en mi playa y no vuelve.

O vuelve, y me arrastra mar adentro,

y naufraga conmigo

y jugamos a ahogarnos

como si fuéramos algas,

o astronautas o nubes.

 

Amo a esa mujer cuando sopla en mi mano

y me crecen historias que creía perdidas.

 

Amo su milagro de besos y de panes,

el olor de su pelo

         su distancia,

             sus ofrendas,

su valor en la guerra

y sus banderas blancas.

 

La amo imperfecta, permeable, perdible.

Amo mi costilla en su vientre,

su panal de inconciencia

y su tregua entre dientes.

De tantas maneras que conozco de amarla

elijo todas y en especial cualquiera.

 

La amo cuando ríe, cuando baila,

cuando enciende los postigos

y arremeten sus alas.

Cuando evita perderse

en cualquier melancolía.

Cuando es frágil o blanda,

 

Y la amo también, cuando todo pasa

y se sienta a mi lado

con un mate, una estrella y un gato

y parece una reina en un trono de mimbre.

Y abarca los rincones

más abandonados

y me dice te quiero,

sin decirme nada.

 

© Raimundo Rosales

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