In media res
Se aman en la cama, en el diván, en los hoteles, en una
casa, sin muchas palabras,
de pie, a un lado y otro del teléfono se aman, al atardecer
y de mañana, dulcemente
o como gatos también dulces, absortos en el cuerpo, en el
del otro, cada uno en
su silencio, sin memoria, dados a su juego intenso,
desasidos, con historias paralelas o sin ellas, con múltiples besos, con
sospechas cuneiformes, sin relojes a la vista, sin pretextos se aman.
qué hay de los amantes afuera del encuentro, cómo silban
melodías, qué miran,
cómo se distraen del afán de estar en las junturas, a qué
atienden mientras no están cerca, cuáles letras deletrean hacia adentro sin la
oreja del otro para hacerlas, cómo se desplazan en la equidistancia, cuáles
otros cuerpos sacian con su piel, cuáles otras puertas abren, a dónde escapan,
qué recuerdan y qué no, qué lazo les estrecha.
amarán la rajadura hecha, el sorbo pleno, la memoria de un
temblor, alguna osada treta que tramó otro encuentro, mientras el deseo pique
en delantera, mientras
las agujas tejan, cuando el alcanzar no exista y no se
cansen de sorberse, arrinconen hilos sin atar o dejen en la copa algo de vino,
se amarán hasta que les alcance
el cuerpo, hasta la otra vez incierta, en la cama, en el
diván, en los hoteles, en una casa, sin muchas palabras, como gatos, sin
sospechas, sin relojes, con pretextos, con múltiples besos, sin lazos.
© Eleonora Requena
Ufff!!! Poemazo Eleonora. ¡Buenísimo! Abrazo.
ResponderEliminarAlicia Márquez
Muy hermoso
ResponderEliminarMuy hermoso!
ResponderEliminarTremendo poema! Cómo se amaran en las equidistancias? Gracias!
ResponderEliminarExcelente poema, maravillosa forma de retratar el amor y los amantes.
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