La niña que fui dice
Que un ritual de metales
no va a ser suficiente.
Que meta las manos en el barro
hasta encontrar las vueltas
que nunca di a la calesita,
la mochila abierta,
el terreno baldío,
la baba de la bestia,
la bolsa de residuos,
el cuerpo.
© Carolina Brieux Olivera
Bueno Caro.
ResponderEliminarMil gracias Sole 🩷
EliminarMuy bueno Carolina. Alfredo Lemon
ResponderEliminarMuchísimas gracias Alfredo!
EliminarMil gracias Gus querido, por tu generosidad siempre, y en este día tan especial. Te quiero mucho, abrazo inmenso 💖🦋✨
ResponderEliminarConmovedor poema Carolina querida !!!
ResponderEliminarMil gracias Mir por tu delicada lectura 🩷
EliminarMuy bello, "las manos en el barro" son sanadoras
ResponderEliminarGracias
norma starke
Hermoso comentario Norma, coincido. Mil gracias 🩷
EliminarTremendo texto. Durísimo.
ResponderEliminarValoro mucho tu lectura Nicolás, mil gracias.
EliminarHermoso poema, Carito. Tus manos, la música de tus manos.
ResponderEliminarQuerido, mil gracias. Siempre ✨🩷
EliminarExcelente y conmovedor poema.
ResponderEliminarSaludos.
Anahí Duzevich Bezoz
Muchísimas gracias Anahi, muy honrada💖
EliminarQué hermosa esa busqueda en el barro cotidiano! Delicada y conmovedora! Bravo!
ResponderEliminarMil gracias Susana, de 💜
EliminarExcelente poema. Fuerte y sensible.
ResponderEliminarMuy agradecida, Silvina💕
Eliminares necesario respirar cada verso tremendo, Carolina. Porque esta realidad nos deja sin aire.
ResponderEliminarClaudia, mil gracias por tu sensible lectura 💜
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