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14/6/24

Poema de María Julia Druille

 

            

Un banco para mirar


Cae una gasa sobre el campo

Con la suavidad y evanescencia de la niebla

Que se parece al mundo

Borroso y enigmático

A veces creo que puedo asomarme

A una ventana a percibir el asombro

Como esas noches

En aquel banco de plaza en mi jardín

Porque teníamos un banco para mirar

Las luces noctámbulas del universo

Noches de cielo oloroso

Con espumarajos de verde

Mi padre se tendía y apoyaba la cabeza

Mamá le ofrecía su regazo

Y él nos hablaba del cosmos

Fosforecían constelaciones entre nosotros

Y nos sentíamos ínfimos e inmensos

Granos de arena necesarios

En ese diminuto mundo de tres

Tal vez mi padre sabía de su paso furtivo

Por la tierra

Conocía el mapa preciso de su muerte

Y quería decirnos simplemente

Cuál sería su estrella 

 

© María Julia Druille

3 comentarios:

  1. Minucioso y preciso. Muy bien escrito. Alfredo Lemon

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  2. Bellísimo poema querida María Julia. Y ese final infinitamente duro y tierno a la vez. Bellísimas imágenes dignas de pintar con el pincel del corazón. Abrazo.
    María Paula Mones Ruiz

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