La temperatura del cuerpo baja cuando se
escribe
me abrigo a medida de los nuevos
territorios
esos que no figuran en los viejos mapas
pero que sabemos
por las que volvieron
con restos
de una magra vegetación:
nada sé de mi soledad
sino esta espina incendiada
en medio de la tarde
© Laura López Morales
Belleza esa "espina incendiada", y sí la temperatura es otra cuando se escribe, cuando se lee tu poema. Gracias. norma starke
ResponderEliminar