CUERPO A CUERPO
Estamos hechos pedacitos,
retazos, saldos, escombros,
desparramados y envueltos
en la piel del monstruo de Frankenstein.
Alguien tenía que decirlo para entretener a
los vecinos
mientras gimen las polillas bulímicas de
nuestro ropero
y nos rascamos la sarna del perro de
Pavlov.
Entre tanta guirnalda y antología no
alcanza
tampoco la cocaína de Freud
ni las previsiones del I-Ching.
En cambio, abundan sí
los autorretratos y las mil grullas,
súper oferta de turistas sin ley
escalando montañas de ego.
Entonces ahora aquí es el lugar,
necesidad de estirar los brazos
juntar nuestros pedacitos,
acurrucarnos, suturarnos y ovillarnos,
aprender a amarnos
y orinar en el lago de Narciso
bajo una noche estrellada,
porque nunca, nunca habrá mayor placer
que vivir y morir de pie y abrazados.
© Iván Quinteros
Bellísimo!
ResponderEliminarEso compañero! Tu poema es una invitación a vivir y morir de pie, abrazados entre palabras aún sufriendo las circunstancias adversas. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarQué hermoso y potente
ResponderEliminar