qué desperdicio el miedo
el sobresalto la espera
la agitación de las manos
los pasos sueltos por doquier
el corazón acelerado
qué desperdicio la tristeza
el parpadeo veloz de los sueños
qué desperdicio el parloteo de la voz
amaestrada
se mueve por todo el cuerpo
se cuela por cada hendija como un vapor
aterrado
que fingimos entender
© Dolores Etchecopar
Genia Dolores!!
ResponderEliminarBello Bello.
ResponderEliminarflora levi
Muy bello! Gracias!
ResponderEliminarGracias Dolores por este poema un abrazo alba estrella gutiérrez
ResponderEliminarExcelente
ResponderEliminarGracias Dolores por este profundo poema que me ha movilizado. Eso nos hace la poesía. Ese ida y vuelta en el que conversan los sentidos. Felicitaciones- María Paula Mones Ruiz
ResponderEliminarHondo y bello poema . Gracias¡
ResponderEliminarQue fingimos entender. Así la nave va, Dolores!!! Desasosiego que nos habita. Belleza tu poema, en el dolor.
ResponderEliminarEse final que te deja pensando...
ResponderEliminarAsí me gustan los poemas.
Abrazo, Dolores!