Hay noches en que me siento esos tres que
drogados
y a causa de la lluvia
se enquistaron tres días a escribir sobre
vampiros y monstruos
Indefectiblemente a la mañana corro hasta
el espejo
a mirarme el cuello
nunca encuentro las marcas que espero
las de los colmillos de una mujer vampira
a lo sumo la marca de un beso de una
vampiresa
nada
qué desazón
qué intercambio más estéril el mío con el
espejo
ese cuerpo rectangular alargado
Al fin era verdad
no importa la forma
importa la sustancia
el cuerpo de mi vampira es distinto al mío
pero su sustancia es la misma
por eso sueño con rendirme ante sus
colmillos
Qué puede hacerme alguien con mi misma
sustancia
más que darme placer.
© Daniel Casas
Salicone
Genial. Como todo lo que escribes Daniel.
ResponderEliminarStella Maris Soria