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28/6/24

Poema de Carlos Aprea

 


Samurái en la oscuridad

 

Pelea por nada en particular,

discute con fantasmas,

malgasta su propia economía

en descargas inútiles.

Cada día, sin excepción,

se considera muerto.

En una duermevela febril

llega el amanecer y filtra

un rayo sobre el cuerpo,

sale de la sombra,

ve cómo se despeja

su propia condena.

Se levanta, abre la ventana

y deja que el viento frío le golpee la cara,

afuera lo espera el mismo sol.

 

© Carlos Aprea

3 comentarios:

  1. Formidable, Carlos,muy bueno. Todos somos samurais que luchamos a brazo partido con cada día de nuestra absurda existencia.

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  2. Gracias Pauli; gracias una vez más, Gustavo.

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  3. Carlos, qué bueno. Y así nos mostrás cómo andamos "samuriando".

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