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5/6/24

Poema de Alicia Márquez

  


Ella también daba vueltas por la plaza

 

Ella también había perdido a todos sus amores.

Ella también luchó por esa patria nueva

que se revolcaba en aguas oscuras,

tironeada por los de adentro y los de afuera.

Ella luchó curando y luchó peleando.

Ella, después, se convirtió en olvido

solo rescatado románticamente por la historia oficial

cuando nos recitaron la leyenda de las niñas de Ayohuma.

Que no eran niñas, eran gigantas.

A ella también le dijeron loca, cuando, en la plaza

contaba que había sido Capitana, mostraba sus heridas,

y vendía pastelitos y empanadas para malvivir.

Y eso tampoco se parecía a una graciosa celebración escolar del veinticinco de mayo.

A ella, la patria le dio la espalda, no una,

mil veces.

Además, no tenía ojos azules ni pelo rubio.

Era mujer. Y negra.

Ella tenía el valor de cien ejércitos.

Y el coraje de aguantar, desde su nacimiento,

humillaciones y desprecios.

Tarde, tardísimo, fue reconocida miserablemente

por esa burocracia feroz que duerme el sueño de los injustos y que siempre mira

para otro lado.

Hoy, ella, María Remedios del Valle es nuestra Madre de la Patria.

Y todavía, ¡todavía! hay que seguir luchando.

Por ella. Por nosotras. Por la patria.

 

© Alicia Márquez

6 comentarios:

  1. Muy buen poema Alicia.
    Todavía todavía hay que seguir...
    Alfredo Lemon desde Córdoba

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  2. Gracias hondo poema un abrazo alba

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  3. Emotivo homenaje a María Remedios del Valle. Y como siempre tu voz, tu mirada exclusiva y certera sobre una mujer olvidada por nosotros, los de esta patria. Gracias por reivindicarla, y gracias por expresarlo como solo vos lo hacés. Bravo!!

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  4. Gracias nuevamente a todos los que comentaron mi poema. Un enorme abrazo!

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