10 de Agosto-1998
Granada
Para vos, por supuesto.
Te miro erguirte sobre el monte rojo
allí en la cima fortaleza
con fosas a los pies
adivinando extensiones de profundas aguas
para que nadie acceda.
No podés visitarte, estás allí
desde la torre madre
avizorando las pequeñas casas blancas
que trepan la Granada
mientras yo traspaso la Puerta del vino
hasta llegar al centro de tu Alcázar.
No me digas que no sentís
a esta hora del día
el calor como raja las murallas.
No me digas que no sentís
a esta hora de tus días
esta sequía de piedras
mientras asomo entre tus arcos
y hay sospecha de fuente
en el centro del patio.
Dejá que explote el agua de tu sed
por la boca de los doce leones
que fluya húmeda por el sendero unánime
hasta llegar al extremo
donde la llave guarda el agua del secreto.
Imaginá el atardecer,
el rojo del monte y el del cielo
uniéndose hasta penetrar tus palmeras de
nácar.
Imaginá
no querrás quedarte ahora haciendo guardia
en este instante en que acabo de mojar mi
mano
en el agua de la fuente más fresca de la
alhambra.
© Sonia Rabinovich
Entrañable recreación sentimental de La Alhambra, cuyas fuentes, senderos y estancias traen el sonido y los aromas de otros tiempos despertando de su letargo leyendas de intrigas y amor. Hermoso, poeta.
ResponderEliminarBello poema Sonia, leyéndolo volví a caminar por todos sus rincones. Abrazo. Marta Comelli
ResponderEliminarMuy bueno, Sonia! el poema, es todo un paisaje. Gracias, Gustavo. Abrazo, para ambos.
ResponderEliminarAyy Sonia qué lirismo exquisito colorido !!! qué pluma la tuya!!! Hace que ante mis ojos vea la Granada que no conozco.
ResponderEliminarMuy precioso. Un paisaje y un sentido de nostalgia.
ResponderEliminarEs como caminar con vos sobre esa historia rústica é inmemorial, esa herencia obligada en la que se fusiona la sangre morisca con el misterio de la trascendencia. Y lo decís tan bellamente, que estremece.
ResponderEliminarSusana Giraudo
Qué maravilla!! Gracias poeta querida!!
ResponderEliminarUno de tus clásicos poemas de amor...
ResponderEliminarrespira el paisaje en tus palabras, no conozco Granada, pero puedo mojar mi mano en esa agua.
ResponderEliminarGracias!
Claudia