Nuestra serie de Leonardo Fibonacci
De un pino en tu barrio de Federación, me
trajiste
una piña, cono femenino.
Sigue la serie de Fibonacci,
dijiste tímido.
Y tímido dijiste, alejándote de mi puerta
porque ese Leonardo te encanta.
¿Sabías que no se llamaba Fibonacci?, te
conté
para que te quedaras.
Para que te quedaras te conté:
Al padre de Leonardo le decían Bonacci por
bonachón,
como vos y tus ojos, pensé.
Él heredó ese apodo por ser filio de
Bonacci:
Fillio de bonacci: Fibonacci.
Yo recorría con mis manos los estambres
del cono femenino,
acariciándolos mientras vos
te acercabas suavemente.
Suavemente te acercabas susurrando que
también seguían la serie, los copos de
nieve
y mirándome a los ojos,
como los conos de mi pino, dijiste cerca de
mi boca.
Cerca de mi boca, tu voz
2,3,5... Me besaste.
© Ohuanta Salazar
Margarita Ardengo
ResponderEliminarQué hermoso!
ResponderEliminar¡Qué belleza!
ResponderEliminarHuau, como siempre Ohuanta me cautiva 😍
ResponderEliminarQué hermoso muero de amor !!!
ResponderEliminarPrecioso Ohui
ResponderEliminarHermoso Ohui
ResponderEliminarBellísimo!!!👏👏
ResponderEliminarHermoso tu poema
ResponderEliminar¡Poemazo!
ResponderEliminarMuy lindo, Ohuanta!
ResponderEliminarMuy lindo, Ohuanta!
ResponderEliminarAyyyy me encanta! Lo leo con tu voz y me emociona! Gracias poeta querida!!
ResponderEliminarSecuencia de Fibonacci, sucesión infinita, de besos? Me encanta, Ohuanta!!!
ResponderEliminarAbrazo.
Estela Porta
Hermoso diálogo habitando el poema! Abrazos Gloria Arcuschin
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