Esto se terminó. Dijo.
Apagó lo que quedaba del habano en mi
hombro izquierdo.
Imaginé mi cuerpo como humo del cadáver del
que ella fumó
tomé formas inconcretas
Fui distintas siluetas hasta deshacerme y
convertirme en miles de fragmentos incrustados a algo ajeno, ahora formando
parte de una inmensidad más amable.
Me duele un poco la rodilla. Dije.
Tomé un vaso de whisky y olvidé todo
¿Tenés un habano? Tengo ganas de fumar.
Dijo alguien.
Y mi cuerpo se hizo humo.
© Aníbal Benítez
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