Gabiajo
Pico el ajo. Frágil es su carne.
La cuchilla lo atrapa. Y sube y baja.
Diálogo de metal y madera.
El sol toca el ajo aquí en la Casa.
Y es el mismo sol en las manos de Gabi y en
los ajos que atrapan sus dedos.
Mendoza y San Luis. Tierra y sartén.
Cuatro semanas de distancia crujiendo en el aceite.
© Víctor "Pajarito" Cuello
Bueno, qué lindo lo que deja entrever este poema, muchas gracias!
ResponderEliminarHermoso! tinA
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