LOS PECHOS FRÍOS
Esos que viven en el aire
desapasionadamente,
a los que el viento puede peinarlos
o despeinarlos -les da igual-,
y dicen tocar el cielo con las manos.
Parecen estar mirando el horizonte, sin
embargo
no más de lo que está al alcance de sus
manos los inquieta.
Si hasta podemos confundirlos con tipos
soñadores.
Pero no.
Como un animal devorando las sensaciones,
con cierta melodía que, más que calmar,
adormece
y ya no hay vértigo, algo se adueñó
de la lógica en que viven.
Puede que admires el ritual de sus
conductas,
Pero no es necesario que gastes emociones
por su causa.
Ellos seguirán en las alturas, y es
probable que vos te hundas
Irremediablemente.
© Patricio Emilio Torne
Tan real, una mirada que estremece...
ResponderEliminarPato, gracias por el poema que nos avisa y nos muestra a los desapasionados.
ResponderEliminarAbrazo!!
INMENSAMENTE CIERTO.Saludos.
ResponderEliminarAnahí duzevich Bezoz